jueves, 24 de julio de 2014

Un cuento de Arreola a propósito de la Línea 12 del Metro

Les comparto un texto profético ni más ni menos que de la aguzada pluma de Juan José Arreola. En este cuento se muestran las dificultades que tiene un viajero por abordar un tren. El fragmento que, distinguidos  lectores, me motiva a solicitar con atrevimiento su atención, les resultará del todo familiar si alguna vez  han abordado y conocen la triste historia de la Línea 12 del metro de la ciudad de México.




EL GUARDAGUJAS 
(fragmento)

Necesita usted ir templando su ánimo; tal vez llegue usted a convertirse en héroe. No crea que faltan ocasiones para que los viajeros demuestren su valor y sus capacidades de sacrificio. Recientemente, doscientos pasajeros anónimos escribieron una de las páginas más gloriosas en nuestros anales ferroviarios.

Sucede que en un viaje de prueba, el maquinista advirtió a tiempo una grave omisión de los constructores de la línea. En la ruta faltaba el puente que debía salvar un abismo. Pues bien, el maquinista, en vez de poner marcha hacia atrás, arengó a los pasajeros y obtuvo de ellos el esfuerzo necesario para seguir adelante.


Bajo su enérgica dirección, el tren fue desarmado pieza por pieza y conducido en hombros al otro lado del abismo, que todavía reservaba la sorpresa de contener en su fondo un río caudaloso. El resultado de la hazaña fue tan satisfactorio que la empresa renunció definitivamente a la construcción del puente, conformándose con hacer un atractivo descuento en las tarifas de los pasajeros que se atreven a afrontar esa molestia suplementaria (…)


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