miércoles, 12 de marzo de 2014

Desenterrando a Macondo

Publicada en el año de 1967 en Buenos Aires, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez,  ha sido clasificada, por los obsesionados por las clasificaciones, dentro del género de “realismo mágico”. Narra la historia de la familia Buendía a lo largo de seis generaciones dentro de los márgenes del poblado de Macondo.

Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía son los inauguradores de la estirpe cuyo desarrollo definirá el destino de ese terruño llamado Macondo. Supersticiones, credulidad ante charlatanes comerciales, manifestaciones sobrenaturales, guerras y leyendas   conforman este mágico universo.

Cien años de soledad es una realidad paralela de la vida cotidiana de Latinoamérica en sus múltiples vicisitudes, esperanzas, sueños, magia y deseos. Realidad a la cual todo lector de éste relato podrá hacer converger con su propio entorno.  A lo largo de las generaciones, la familia Buendía vive bajo la sombra de la profecía de los pergaminos de Melquíades, un gitano itinerante amigo de Don Arcadio. Cada generación intenta abrirse paso en medio de su realidad mientras vive con el temor de aquel destino fatal por todos sospechado.

La lectura de Cien años de soledad resulta imprescindible para cualquier interesado en la doctrina de la predestinación, y que busque entenderla desde Latinoamérica, aparentemente predestinada a ser una región “subdesarrollada”.

Los dejo con una noticia sorprendente traída a nosotros por nuestro Blog corresponsal Los Pasadizos de Liminiith. 


Descubrimiento bíblico arqueológico en Latinoamérica

Se  ha descubierto, por parte de un grupo de expertos arquéologos, un reciente manuscrito bíblico ¡en Latinoamérica! Al momento la traducción es muy incierta, llena de polvo y olor a viento, pero se han podido rescatar los siguientes versículos. 

 5:1 Este es el libro de las generaciones de don José Arcadio Buendía. El día en que fundó  Macondo, a semejanza de sus empresas lo hizo. 

5:2 Y antes de fundar Macondo, tras una fatal pelea de gallos, conoció don José Arcadio a su esposa Úrsula Iguarán y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen y llamó su nombre Arcadio.

5:3 Y aconteció que tras fundar  Macondo José Arcadio engendró un hijo y llamó su nombre Aureliano, y he aquí que nació con los ojos abiertos.

5:4 Y fueron días de Arcadio, después que engendró a Aureliano, y engendro una hija, Amaranta.

5:5 Y fueron los últimos días de don José Arcadio una sombra atada a un castaño, y murió.  

...


5:7 Vivió Aureliano en años previos a los de la Compañía Bananera, y promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió todos, y engendró hijos, diecisiete hijos (...)

De aquí se pierde la lectura hasta el siguiente versículo 

14:13 Caminó pues Remedios la Bella desnuda, y desapareció entre sabanas porque se la llevó el viento [...]


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