Gustavo Arredondo no quería que sus oídos se taparan durante el vuelo Culiacán - Ciudad de México y decidió comprar una cajetilla de chicles de una vending machine pagando la exorbitante cantidad de $60 pesos.
Tras depositar dos billetes de a veinte, dos monedas de a diez y haber agarrado a patadas la máquina por atorarle la cajetilla de chicles, en un segundo fue transportado al reino del famoso león. Según el Director del Aeropuerto de Culiacán nadie hubiera esperado que esto ocurriera.
"Ponemos precios ridículos a los productos de esas máquinas para que nadie las utilice. ¿Quién va a pagar más de cincuenta pesos por unos mugrosos chicles?", explicó a nuestros micrófonos.
Esto debido a que se sabe que hay agujeros de gusano en los Aeropuertos, los cuales, de descubrirse, llevarían a la quiebra a las aerolíneas.
Un trabajador del citado Aeropuerto que quizo permanecer incógnito comenta:
"Si se descubre la existencia de esos agujeros de gusano, todos van a querer usarlos en lugar de volar en aviones con asientos cada vez más angostos y con un café horrible. Por eso se ocultan con las vending machine con productos súper caros a las que nadie quiere acercarse".
Según cuenta Don Gustavo Arredondo, quien volvió a nuestro universo tras estar en Narnia durante 40 años (que en nuestra cronología fueron 5 minutos), fue Rey Supremo de Narnia y se casó con la Bruja Blanca, pero nunca pudo ver al ratón Reepicheep.
Arredondo, el Glorioso, título narniano, afirma nunca volver a viajar en avión sabiendo que hay formas más fáciles y cómodas de viajar.
"Lo único malo es que me hacen bullying por haber salido del clóset", sentencia masticando sus costosos chicles.
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