sábado, 31 de marzo de 2018

Teoxicación: Desconéctate tantito de Dios


Mi Dios:
No siempre está tu nombre en mi boca.
A veces me olvido de ti.
Y es bueno que así sea. Siento tu sonrisa de aprobación.
Hay ciertos olvidos que nacen de la confianza.
El celoso, que vive sin cesar la posibilidad de la pérdida, 
no olvida nunca...

En algunos evangelios apócrifos, como el de Nicodemo, Jesús desciende literalmente a los infiernos a pelear contra los demonios tras su muerte en la cruz. Pedro recoge una versión donde acude a predicar (1 Pedro 3:19).

Este "descenso" es un periodo intermedio entre la derrota y la apoteosis, o regreso triunfal, según el modelo de Joseph Campbell sobre el héroe. Para quienes estaban en la superficie, sin embargo, se vivió como un abandono, luto y ausencia. Jesús ya no está y esto llevó, a casi todos, a regresar a su vida cotidiana antes de Jesús.

Los cristianos solemos vivir demasiado de cara a la Crucifixión o embelesados por la Resurrección, nos negamos a hacer lo que los discípulos hicieron: volver a la normalidad, comprender nuevamente el mundo sin necesidad de Dios, tomar un respiro de la fe.

Vivímos con un gran "estrés espiritual", todo el tiempo defendiendo la doctrina, buscando la devoción, pensando en lo que Jesús haría en esto o aquello. Está mal, hay que descansar, soltar la pasión por la fe de vez en cuando, bajarle a esa tensión por agradar a Dios todo el tiempo. Las iglesias se han encargado de introducir en nosotros ese estrés, vivir un cristianismo total como sinónimo de fidelidad. Pero es solo obsesión.

Hoy se recomienda que nos desconectemos periódicamente de internet, noticias y redes sociales pues estamos "infoxicados", intoxicados por la saturación de información. Un fin de semana sin consultar la web, leyendo libros, paseando. Los cristianos estamos "teoxicados", saturados de información sobre Dios. 

También de Dios, Cristo, la iglesia, debemos desconectarnos un tantito de vez en cuando, desteoxicarnos, respirar, replantear. No está mal, incluso, pensar si, efectivamente, este camino de fe es lo que yo quiero, o si es el camino de fe que más me conviene. Si no hacemos un alto en el camino de nuestra espiritualidad no estaremos viviendo una fe consciente y propia, sino solo en inercia, con una creencia rutinaria y que, muy probablemente, o nos volverá, tarde o temprano apóstatas por hartazgo espiritual, o, en el peor de los casos, obsesivos que perdieron su identidad en pro de una religión, o "relación" para los creyentes millennials.

Este Sábado de Gloria, mientras Jesús está muy ocupado combatiendo demonios en el Infierno y siendo el héroe, aprovecha para desteoxicarte, olvídate de la Biblia, de la disciplina eclesiástica y sus restricciones, sal y haz lo que quieras. O simplemente quédate en casa viendo series, abriendo una botella en honor del Dios ausente, comiendo pizza y durmiendo a gusto,  disfruta, nuevamente, o por primera vez, de un mundo sin el estrés que significa andar pensando en Dios todo el tiempo.
Misato "desteoxicada" sin pensar en los ángeles, ni en los EVA ni en el Proyecto de Complementación Humana de SEELE y Dios. Neon Genesis Evangelion. 

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