domingo, 7 de abril de 2019

Hablemos de hablar en lenguas

Fenómeno también conocido como “glosolalia”. No es privativo de los pentecostales. El fenómeno de la glosolalia se encuentra entre los santeros caribeños, sintoístas japoneses, musulmanes sufitas y en diversas religiones tribales.

El “hablar en lenguas” suele ser objeto de burla por parte de no creyentes y de protestantes históricos con suficiencia intelectual. Sin embargo, el fenómeno de la glosolalia tiene aspectos estéticos.  Theodor Adorno consideraba que la glosolalia era semejante a los momentos álgidos del canto de jazz que ocurren durante la “Jam Session” [1], para Octavio Paz, la glosolalia era una especie de dadaísmo [2].  La antropóloga Felicitas Goodman analizó ampliamente el fenómeno y encontró que se trata de patrones lingüísticos inconexos que permiten la utilización de áreas del cerebro no-prefrontales habilitando la inteligencia espiritual [3].

Hablar en lenguas es un proceso mediante el cual el córtex prefrontal cede la actividad principal al hipotálamo y la amígdala, que son áreas vinculadas a la imaginación, los procesos creativos y los valores [4], generando lo que se conoce como un “estado de consciencia acrecentada”. En la glosolalia la lengua se disocia de la motricidad racional/consciente y comienza un baile autónomo que hace emitir balbuceos, a veces consonánticos, a veces vocálicos. Parece que eso depende del grupo en donde se aprenda a hablar en lenguas pues utiliza las neuronas espejo.

Al no estar ya en el modo de vigilia consciente, el cuerpo comienza a sudar, los músculos se tensan y tiemblan y puede sentirse calor o frío. Se trata, pues, de un legítimo fenómeno biopsicosocial y espiritual.

A veces la glosolalia puede ser íntima, o colectiva como en una iglesia. Pero a veces se puede presentar de forma masificada, cuando aparece una “efervescencia colectiva” [5] que une las mentes y voluntades en un mismo sentir y sentido de solidaridad, permitiendo la libre expresión de cuerpos, lenguas y corazones. ¡Cosa que cada vez podemos hacer menos en este sistema castrante en el que vivimos!

Quizá el fenómeno masivo de hablar en lenguas más grande de la historia se registró en el Wembley Stadium en 1985, durante el evento altruísta “Live Aid”, cuando Freddy Mercury derramó de su carisma entre las multitudes y logró que hombres, mujeres, jóvenes, adultos de Inglaterra, Estados Unidos (y ahora transmediáticamente nos incorporamos latinos, africanos, gente del Asia y de todas partes de Oceanía) se unieran, mediante un efecto sorprendente de neuronas espejo en un acto ritual de balbuceo inconexo estéticamente musicalizado y espiritualmente enriquecedor.

Eeeeeeo
Eeee-eeee-oooo
Eeeoeeoeoeoerorororo
Eo
Eo
Eo
Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeoooooo
Eo
Eo
Dirodirodiriririro
Tero
Tero
Alright!

FUENTES

[1] WIGGERSHAUS, Rolf, “La Escuela de Fráncfort”, FCE-UAM, México, 2010.

[2] GARCÍA, Selene y Luis Juan Solis, “Octavio Paz: Traducción y relaciones literarias”, La Colmena 83, septiembre 2014, pp. 9-18

[3] GOODMAN, Felicitas, “Las múltiples caras de las posesiones”, en Revista Alteridades 6(12), 1996, pp 101-116

[4] BARTRA, Roger, “Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío”, FCE, México, 2014.

[5] DURKHEIM, Emilio, “Las formas elementales de la vida religiosa”, FCE-UAM, México, 2012.



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