Solo por hoy vete, aléjate de mí. ¿A qué viene tu mirada de reprobación?, ¿crees que tantos tiempos después de Adán aun funciona? Por favor, no estoy terminando contigo solo necesito mi espacio por un momento. No, no, ¡deja de andar gritando ese salmo!, ¡ahora resulta que hasta en la oscuridad me ves y me persigues hasta el fondo del mar! Esos celos obsesivos son los que me llevan a pedirte que te alejes un momento.
Sí, lo sé, hemos pasado buenos momentos. ¡No!, no empieces a enumerarlos por favor, siempre que lo hacemos me vuelves a engañar con esa felicidad y nunca podemos terminar, a la mitad ya me enamoraste de nuevo. ¡No volveré a caer!, ahora sí va en serio. ¡Basta!, ¿qué es eso de que diste la vida por mí?, tú y tus chantajes de siempre, por eso, ¡por eso! quiero que nos demos un tiempo, no nos hace bien a ninguno de los dos.
Vamos, no te pongas así, no te dejo por alguién más. Ay bueno, tampoco. Eso de que nunca encontraré a nadie como tú, ¿no es demasiado? No, de veras que no te dejo por esa visita que hice al Caribe... ¡No, no!, era broma. Mira no te dejo por ellos, ellas, ¡no!. ¿Ya ves?, cuando te pones así no se ni lo que digo.
Mira, comprende, no eres tú, ¡Yo soy!... que diga, soy yo... ¿ya ves?, hasta empiezo a hablar como tú...
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